Las últimas medidas de Samsung para frenar las “importaciones indebidas” a través del mercado gris son realmente absurdas. El argumento de la compañía es que muchas minoristas consiguen los teléfonos en regiones donde tienen un menor precio, para sacar muchas más ganancias en otros mercados.
Esto no es nada nuevo, pues la medida empezó a incorporarse en el Galaxy Note 3, solo que en el caso del Galaxy S5 se ha reforzado bastante el método, con el fin de que su evasión sea mucho más difícil.
Realmente la medida es bastante absurda, pues aunque se le debe abonar a Samsung el intento de frenar la práctica del mercado gris, a muchos usuarios les regalan los dispositivos sus familiares en el exterior y estos últimos son lo más perjudicados con todo esto.
En el Galaxy Note 3 simplemente era cuestión de introducir una tarjeta SIM de una operadora de la región del modelo, por ejemplo, si se compraba el modelo destinado para Europa, se tenía que activar con una SIM de una operadora de dicha región.
Pero en el caso del Galaxy S5, además de cumplir con lo anterior, para activar la red del equipo será necesario mantener una conversación durante cinco minutos.
Desde el punto de vista del consumidor es difícil entender esta decisión, pues a nosotros no nos importa de donde venga el modelo sino el tenerlo y usarlo, y en ocasiones es mejor traerlo del extranjero para ahorrarnos unos cuantos pesos.
