La mayoría, por no decir todos, vienen con múltiples aplicaciones preinstaladas de terceros fabricantes. Esta práctica además de molesta puede suponer un problema para la seguridad.
Vamos a ver un poco como eliminarlas y conseguir que nuestro smartphone esté más limpio y nosotros más tranquilos. Un estudio de la Universidad de Carolina encontró que a través de estas aplicaciones se crearon múltiples agujeros de seguridad.
Los smartphones que analizaron fueron diez tipos distintos, cada cual con su crapware particular. El Google Nexus S y Nexus 4, HTC Wildfire S y One X, Samsung Galaxy S2 y S3, Sony Xperia Arc S y Xperia SL, y LG Optimus P350 y P8880. Los resultados no dejan lugar a dudas y son bastante catastróficos.
El estudio muestra y culpabiliza a los vendedores por la larga proporción de vulnerabilidades de cada móvil. Para Samsung, HTC y LG entre el 64,71% y el 85% de los problemas viene de las personalizaciones que se hacen.
Además se ha caído en una especie de estabilidad respecto a esto, donde con las nuevas generaciones, a excepción de HTC, no se ha mejorado la seguridad de esas aplicaciones extra.
Con los privilegios extra, de los cuales ya explicamos como controlarlos, es de quien hay que llevar cuidado. La mayoría de los problemas venían causados por aplicaciones que poseían privilegios por encima de las necesidades reales de uso. Google ha ido sacando parches poco a poco con el tiempo para obligar a que estos desarrolladores fueran más cuidadosos, pero aun a dia de hoy hay muchísimos que no se preocupan lo más mínimo. Menos trabajo para ellos, más para nosotros.
Los smartphones de hace años como el S2 o el Wildfire S tenían solo una vulnerabilidad. Un detalle mínimo casi. Los Xperia SL o el Nexus4 tenían ocho y tres respectivamente. Pero luego está el caso del Optimus P880 o el Galaxy S3 que les llegaron a encontrar 26 y 40 vulnerabilidades.
Estos problemas son fácilmente solucionables mediante parches y actualizaciones, pero a no ser que les produzcan un problema de imagen normalmente las marcas están más pendientes de introducir más bloatware que de eliminarlo, con algunas puntuales excepciones. Por eso recae en nosotros tener que hacerlo.
Hay dos métodos, uno fácil y otro más complicado. El fácil lo que hace es deshabilitar las apps pero no las elimina. El otro requiere ser root y entonces utilizar una aplicación gratuita.
Se necesita Android 4.0 o superior y da igual de que tipo de fabricantes vengas. Primer paso como siempre es ir a Ajustes, allí debes entrar en el menú de Aplicaciones, una vez allí vas a la lista de las aplicaciones o al “application manager” o al nombre que le hayan puesto. Buscas la app en cuestión, la marcas y en el panel de información debería salirte para desinstalar. A no ser que sea crapware, que entonces no nos dejará borrar la aplicación. Pero sí “Inhabilitarla”.
Con esto conseguiremos que la aplicación no se abra en segunda plano cada vez que utilizamos el móvil, con el ahorro en recursos consecuente. Lo que no tendremos es más espacio, pues la app seguirá estando ahí. No debería ser un problema.
Al final, si queremos estar completamente seguros y ser dueños de los procesos que hay, necesitaremos ser root y descargarnos Nobloat, una aplicación que desinstalará esos programas de terceros que aportan mucho dinero a los fabricantes y también muchos dolores de cabeza a los usuarios.